HOLA, BIENVENID@S

Te propongo incentivar el uso consciente del espacio. Hace bien beneficiarnos conjuntamente con todos los seres vivos y elementos del paisaje, para así formar una interrelación saludable que restituya la calidad de vida que tenemos en Santiago y se sustente a largo plazo.

AL RESCATE DEL MAPOCHO

Desde un comienzo, el río Mapocho fue un sector geográfico con importancia, si no, ¿por qué Pedro de Valdivia llegó y se instaló en los alrededores de este curso de agua? Porque toda civilización, históricamente, ha nacido a partir de ellos, de los ríos, y más aun, algunas se han desarrollado como ciudades efectivas desde allí.
Y qué está pasando actualmente en Santiago?. Después su fundación, las aguas del Mapocho fueron modificadas a un solo brazo y se le sumaron desagües pestilentes, los cuales recién en el año 2009 serán limpiados (Proyecto Mapocho Urbano Limpio, Aguas Andina). Los tres brazos que lo conformaban alimentaban, regaban y limpiaban los poblados, existían tajamares para acceder al río, es decir, había una convivencia simbiótica entre la gente y el lugar que habitaban. Qué nostalgia.



Pero actualmente ¿qué responsabilidad tenemos con el río? Poca, diría yo. Desde empezar a usarlo como lugar de acopio de basura, ayudado por el crecimiento arquitectónico habitacional que funciona como muralla divisora del resto de la ciudad y relegarlo a un tercer plano, hasta no saber que en realidad es un torrente y no un río. Lo hemos convertido en el patio trasero donde se dejan todas las basuras y lo que no queremos que se vea. Esto ocurrió sencillamente porque las decisiones urbanísticas no incorporan al paisaje, sus componentes ni las interacciones entre ellos. La carencia de planificación integral se refleja en nuestra ciudad y los que están a cargo, entidades públicas y privadas, no lo ven y siguen parchando la ciudad dando por resultado el descontento de vivir en Santiago.


Los municipios adicionan una cuota de irresponsabilidad al proponer tantas soluciones como alcaldes existan, en vez de proponer un gran plan que incluya todas las comunas (casi todas tocan el torrente mapocho) para conformar una ciudad coherente y respetuosa de su propia geografía. Se está restando mucho el valor estético y visual de ríos, cerros, montañas, lagunas y humedales en pro de renovaciones urbanas que solo incluyen un lugar para “dormir”, pero ¿será para “vivir”?

El agua es lo que da vida y origina las civilizaciones. Es desde ahí donde debe nacer y desarrollarse una ciudad teniendo un arranque único, que se exprese en el resto del territorio circundante, cercano y lejano.



Ximena Armingol Cartes
Arquitecta del Paisaje